Forjando una Alianza: El Pacto entre Ogun y Ochosi y su significado

28 jun 2024

Ochosi, un cazador altamente calificado y orgulloso de su destreza en el tiro con arco, enfrentó una inmensa frustración al intentar cazar ciervos. A pesar de sus mejores esfuerzos, sus flechas constantemente no alcanzaban su objetivo debido al denso bosque que obstruía su camino. La gente del pueblo dependía de Ochosi para obtener carne, pero sus repetidos fracasos los dejaron en una situación de hambre extrema. Cada día regresaba con las manos vacías, aumentando la desesperación entre la comunidad.

"Si pudiera acortar la distancia hasta el ciervo", reflexionó, "entonces mi flecha seguramente encontraría su objetivo". Lamentablemente, Ochosi carecía de las herramientas necesarias para limpiar el denso bosque que obstruía su camino.

Ogun, el hermano de Ochosi, intentó atrapar un ciervo cavando trampas ocultas cubiertas de arbustos. A pesar de sus habilidades mecánicas y de ingeniería para fabricar herramientas de hierro, Ogun carecía de la agilidad y el sigilo de su hermano. Su acercamiento alertó a los animales, evitando que cayeran en sus trampas. Al igual que Ochosi, regresaba a casa todos los días sin éxito.

Ogun reflexionó: "¿Qué pasa con mis trampas? Las he elaborado meticulosamente con mis herramientas. ¡Si tan solo los animales quedaran atrapados!"

Existía una fuerte competencia entre Ogun y Ochosi, especialmente en cuanto a quién podía cazar venados con éxito para alimentar a la gente. A pesar de sus mejores esfuerzos, ninguno de los dos pudo lograr el éxito, lo que los llevó a preguntarse constantemente: "¿Qué estamos haciendo mal?"

Finalmente, buscaron el consejo de Orúnmila, el renombrado adivino, con la esperanza de que pudiera brindarles claridad. Orúnmila reveló que sus luchas fueron provocadas por Elegua, quien se sentía excluido y envidioso. Elegua estaba interrumpiendo sus cacerías porque no quería que actuaran sin involucrarlo. Orúnmila les aconsejó hacer una ofrenda (ebbo) a Elegua en el bosque y buscar su ayuda para superar sus desafíos.

Cuando Ogun y Ochosi llegaron al lugar designado en el bosque para hacer su ofrenda, inesperadamente se encontraron con un gran ciervo. Ogun vaciló, temeroso de ahuyentarlo, mientras Ochosi silenciosamente avanzó, apuntó y golpeó exitosamente al venado con su flecha, derribándolo.

"¡Viva!" exclamó Ogún. "Ahora la gente del pueblo tendrá comida. Todos disfrutarán de carne de venado esta noche".

Sin embargo, Ochosi seguía inseguro. Observó la densa maleza que rodeaba al ciervo y se dio cuenta de que no podía alcanzar el cadáver para recuperarlo. Aunque había matado al ciervo, la carne se estropearía si no pudieran acceder a ella.

"¿Qué tengo que hacer?" Ochosi le preguntó a su hermano. "Mi flecha alcanzó al ciervo, pero no puedo. Sólo puedo caminar a pie y no hay camino".

En ese momento, Ogun reconoció cómo podía ayudar a su hermano usando su machete para abrirse camino entre la espesa vegetación. Mientras empuñaba su machete con fuerza, instó a Ochosi a seguir su ejemplo para poder alcanzar juntos al venado, traerlo a casa y proporcionar al pueblo la comida que tanto necesitaba. Con la guía de Elegua, los hermanos comprendieron la importancia de la colaboración. Reconocieron sus fortalezas y limitaciones individuales y se dieron cuenta de que juntos podrían lograr más de lo que cualquiera de ellos podría lograr por separado.

A partir de ese día, se comprometieron a colaborar siempre. Este cuento ilustra por qué Ogun, Ochosi y Elegua siguen siendo inseparables como amigos y hermanos cercanos, conocidos colectivamente como "los guerreros". La lección de la historia subraya que la cooperación logra más que la rivalidad y la envidia. Cuando fuerzas poderosas se unen, se vuelven imparables.


Dejar un Comentario

Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.