Diente de Leon, comúnmente conocido como diente de león, se utiliza para una variedad de dolencias como la inflamación de las amígdalas, el tratamiento del acné y el eccema, la acidez estomacal y el colesterol alto. Su fuerte efecto diurético es bueno para tratar infecciones de los riñones, la vejiga y la uretra.
El diente de león contiene altos niveles de vitaminas A, C y K, así como cantidades más pequeñas de vitaminas E y B y folato. También contiene hierro, calcio, magnesio y potasio. Sus potentes antioxidantes ayudan a reducir la presencia de demasiados radicales libres que pueden dañar el cuerpo, específicamente el antioxidante betacaroteno que ayuda a proteger contra el daño celular.